Un día soleado, un cielo despejado,
así comienza el día,
el viento penetra hasta en el más mínimo agujero de la casa,
y logro escuchar desde acá el sonido de las aves,
también de los niños y niñas que felices salen a elevar sus cometas.
Y es así, es una día más... un día de vida más,
un día en el que tengo muchas oportunidad de realizar algo,
o de hacer algo por mi, lo sé, lo tengo claro,
pero no hago nada, me siento cansada, y un poco desdichada,
últimamente mi vida se ha transformado en estar acá,
escribiendo, escribiendo no se para quién...
Anoche me fui de fiesta, no es lo importante
pero solo quiero contar una experiencia vivida ahí...
"En un Minuto la música para mi se detuvo,
solo oí silencio, y mi respiración,
las lagrimas comenzaban a caer una a una sin detenerse,
podía ver como la multitud de gente saltaba,
con sus caras llenas de felicidad,
entregados completamente a la diversión,
algunos amándose con locura,
otros engañándose a sí mismos,
por mi parte no podía volver a la realidad,
comenzaba a oír la música de a poco,
y sentía que mi pecho se estremecía,
me sentí sola, me sentí vacía,
me sentí abandonada...
mi alma pedía a gritos un último abrazo,
un último suspiro..."
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